Tarta de manzana con crumble – Tarta de manzana holandesa

Esta tarta de manzana con crumble está basada en la famosa «dutch apple pie», la tarta de manzana holandesa, en la que disfrutaréis de un jugoso interior de manzana combinado con un crujiente delicioso que contrasta de maravilla.

Tarta de manzana con crumble

Una de las cosas que más me han gustado de este receta de tarta de manzana con crumble es la combinación de la jugosidad de la manzana con el crujiente del crumble, del cual soy muy fan, como ya habréis podido ver en la variedad de recetas que hemos hecho, crumble de fresas, crumble de frutos rojos, crumble de manzana.

Tarta de manzana con crumble – Ingredientes

Molde de 24 x 24 cm:

1 lámina de hojaldre

Relleno de manzana:

  • 115 gr de mantequilla
  • 45 gr de harina
  • 60 ml de agua
  • 200 gr de azúcar (hemos usado moscovado suave)
  • 2 cucharaditas de canela molida
  • 7 – 8 manzanas tipo reineta

Crumble:

  • 115 gr de mantequilla
  • 125 gr de harina
  • 135 gr de azúcar morena (hemos usado moscovado)

Cómo hacer tarta de manzana con crumble

Lo primero de todo que hemos hecho es ponernos a pelar manzanas. Pela las manzanas las descorazones y las cortas en láminas finas.

En una cacerola que no se pegue, poner la mantequilla junto con la harina. Remueve de manera constante y verás que la textura comienza cambiar a ser un poquito más densa.

Incorpora el azúcar junto con el agua y la canela. Manténlo a fuego medio hasta que esté bien incorporado, después lo bajas a fuego lento y continua removiendo durante 5 minutos.

Pon la masa de hojaldre sobre el molde en el que vayas a trabajar. Coloca las manzanas encima y echas la mezcla que acabamos de preparar por encima de todas las manzanas con mucho cuidadito.

Prepara el crumble. Para ello ponemos mantequilla fría junto con la harina y el azúcar en un recipiente, mezclado con las manos y verás que se van formando pequeñas bolitas ¡Esa es la idea! El propósito no es tener una masa homogénea si no esas pequeñas bolas que luego van a convertirse en algo crujiente y riquísimo.

Echa el crumble por encima de las manzanas y llévalo al horno durante 45 minutos aproximadamente una temperatura de 180 grados.

Después hay que resistir toda la tentación a pegarle un bocado y reservarla durante un mínimo de 2 horas.

Nosotros la hemos acompañado con un poco de nata montada, pero podéis añadirle una bola de helado.

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